-
Tabaco: La nicotina y otros químicos en el tabaco dañan las paredes de los vasos sanguíneos, aumentando la presión arterial y el riesgo de aterosclerosis, lo que favorece la HTA y el daño a órganos.
-
Obesidad: El exceso de peso aumenta la carga de trabajo del corazón, causando un aumento en la presión arterial. El tejido adiposo libera sustancias inflamatorias y altera el metabolismo, favoreciendo la resistencia a la insulina y otros factores de riesgo.
-
Sedentarismo: La falta de actividad física reduce la elasticidad de los vasos sanguíneos y aumenta la resistencia vascular periférica, contribuyendo al aumento de la presión arterial y a problemas metabólicos.
-
Alcohol: El consumo excesivo de alcohol puede elevar la presión arterial al incrementar los niveles de ciertas hormonas (como la renina), que constriñen los vasos sanguíneos, además de favorecer el sobrepeso y dañar el hígado y el sistema cardiovascular.
-
Edad: Con el tiempo, las arterias tienden a endurecerse y volverse menos elásticas, lo que puede causar una elevación de la presión arterial, aumentando el riesgo de HTA en personas mayores.
-
Estrés: El estrés crónico activa el sistema nervioso simpático y la liberación de hormonas como la adrenalina, que elevan la frecuencia cardíaca y la presión arterial, lo que contribuye a la HTA a largo plazo.
-
Diabetes: La diabetes daña los vasos sanguíneos y altera el metabolismo de las grasas, facilitando el desarrollo de HTA y aumentando el riesgo de complicaciones cardiovasculares.
-
Consumo de grasas saturadas: Una dieta alta en grasas saturadas eleva los niveles de colesterol LDL (malo), lo que puede provocar acumulación de placa en las arterias (aterosclerosis), restringiendo el flujo sanguíneo y aumentando la presión arterial.
-
Genética: Las personas con antecedentes familiares de HTA tienen mayor predisposición genética a desarrollar la enfermedad debido a factores hereditarios que pueden afectar la elasticidad de los vasos y el metabolismo.
-
Alto consumo de sal: El exceso de sodio provoca retención de líquidos, lo cual aumenta el volumen de sangre y, por lo tanto, eleva la presión arterial. También contribuye a la rigidez de los vasos sanguíneos, agravando la HTA.